La lucha de San Agustín


Escrita y enviada en el año 397, no llegó a Jerónimo de forma directa. En su lugar, parece haber entrado en circulación en Italia y sus alrededores, donde fue encontrada en una isla del Adriático por Sisinio, un amigo de Jerónimo, quien hizo una copia y la envió a Belén. La feroz reacción de Jerónimo era comprensible en estas circunstancias, pero debemos tener cuidado de no tomar partido en la rivalidad resultante.